La secta gnóstica AGEAC se ha venido desarrollando internamente sin ningún sentido democrático ni de respeto al estado de derecho. Los estatutos de la secta establecen la convocatoria de Asambleas generales de socios, pero los directivos nunca han convocado ni en sesión ordinaria ni en sesión extraordinaria anual una Asamblea general de socios, ni siquiera para realizar el "Certificado de Adaptación a la Ley orgánica 1/2002, con modificación de estatutos".
El presidente de la secta gnóstica AGEAC, el venezolano Óscar Uzcátegui Quintero, se estableció en Gerona, en España, y con ciertas personas afines registró los estatutos de su secta en 1989 en el Ministerio del Interior del Estado español. Durante las décadas de 1990, 2000, 2010, hasta hoy, nunca ha habido Asamblea general ni ordinaria ni extraordinaria de socios de AGEAC. Por tanto, es un presidente que no ha sido designado por la Asamblea, ni ha sido elegido entre los socios, ni ha sido cuestionado cada tres años, sino que se ha mantenido en el cargo durante un periodo de 25 años aproximadamente.
La secta gnóstica AGEAC, por tanto, nunca ha sometido a la aprobación de la Asamblea general de socios ni el presupuesto general de ingresos y de gastos de cada uno de todos estos años ni el estado de cuentas del año anterior. Ni cuando ha convocado sus congresos gnósticos cada cuatro años ha realizado este cometido. Incluso actualmente pide miles de euros para edificar un templo de estilo egipcio y unas instalaciones de hospedería en un lugar de Brasil, pero no dan informe detallado de presupuesto de ingresos y de gastos a los miembros de la secta que, a veces con sacrificio, han contribuido con este proyecto.
Aunque el citado presidente y la página web de la secta afirman tener un talante democrático, los hechos demuestran todo lo contrario. La secta AGEAC se parece más a una oligarquía o a un gobierno faraónico, al estilo del antiguo Egipto, llena de secretismo, que a una democracia con transparencia, que es lo que los tiempos actuales piden continuamente. Lo vergonzoso es que esta forma ajena a la democracia, e incluso antidemocrática, se desarrolla en la actualidad en esta organización sectaria, pero en medio de las sociedades democráticas de España y de diferentes lugares del mundo, pues esta secta está ya prácticamente en todos los continentes. ¿Es esta contradicción admisible en una sociedad democrática?
Si esta es su forma de gobernarse internamente, ¿cuál será la forma de actuar en las relaciones personales?
Como nunca se ha reunido la Asamblea general de socios de la secta AGEAC, ningún socio ha tenido ni voz ni voto para aprobar el plan general de actuación de la asociación que constituyen ni para censurar la gestión de la Junta Administrativa ni para escuchar el recurso del socio que es sancionado y separado por la Junta Directiva ni para que los socios sean candidatos y nombrados a la Junta Directiva.
Los miembros de la Junta Directiva de la secta gnóstica AGEAC Miguel Ángel Enríquez, Andrés Ventosa, Carlos Cuartero, Jaime Maset, y los que han pasado por ella en años anteriores no han sido elegidos por la Asamblea general, sino por el presidente, y han permanecido más de tres años, en contra de lo establecido. Tampoco han dado a conocer periódicamente a los socios los informes detallados del destino de los bienes económicos, que vienen de cuotas y de aportaciones voluntarias.
La estructura jerárquica de la secta gnóstica es innegable, y se convierte en campo abonado para la rivalidad, la envidia, los enfrentamientos y las descalificaciones. "Se debe observar hasta qué punto (las sectas) reproducen en su funcionamiento interno los aspectos más negativos de desigualdades entre dirigentes y adeptos, la proliferación de normas, de reglas, de imposiciones y la falta de funcionamiento democrático, la ausencia de diálogo y comunicación entre los diferentes niveles de la organización, la falta de transparencia en las actividades de los dirigentes, a la vez que en el funcionamiento externo aplican la descalificación de las críticas, sin argumentaciones objetivas ni razonamientos consistentes", dice Josep María Jansà, responsable médico de AIS.
En cada país hay un "triunvirato" (término de la antigua Roma) para dirigir a los miembros y las actividades de la organización. Lo curioso es que el presidente se considera la reencarnación del mismo emperador Trajano y del tribuno Marco Antonio, ambos personajes de la antigua Roma.
Los socios de la secta gnóstica son llamados, debido a su función proselitista, "misioneros". Si alguien critica al presidente Óscar Uzcátegui, de inmediato éste identifica su persona con "toda" la institución, con "toda" su doctrina, con "todos" sus miembros, con el fundador mismo de la institución gnóstica. Con esta actitud totalitaria, trata de evadir sus propias y personales responsabilidades por las injurias, calumnias y abusos de poder cometidos hacia los miembros de la secta. Si alguien señala las incongruencias de la secta, incluso la falta de amor cristiano, el presidente lo descalifica, lo calumnia, o le invita de forma displicente y cortante a salir de la organización de AGEAC. Ha habido casos concretos en que al descalificado no se le ha permitido la legítima defensa, en contra de lo establecido. Los directivos, en suma, utilizan unas justificaciones confusas con tal de exculpar la "estructura" de intereses creada dentro de esa organización.
El presidente de esta secta se cree el punto de referencia del bien y del mal. En contra de lo que se dice en la página web de la misma, se ha creado un auténtico "culto a la personalidad", en términos religiosos "idolatría", en torno del citado presidente Uzcátegui Quintero. Se ha declarado "maestro" y se han llegado a presentar él y su esposa ante sus seguidores con una escolta personal de seis guardianes y un séquito de niños vestidos de ángeles. Hasta qué punto llega el "culto a la personalidad" se puede apreciar en el hecho de que todos los grupos gnósticos de los cinco continentes se han visto haciendo cierto tipo de peticiones de curación para el presidente y su esposa, cuando uno o ambos han estado enfermos.
Hace unos años las siglas de la secta significaban "Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos, Culturales y Científicos", pero actualmente las siglas significan "Asociación Geofilosófica de Estudios Antropológicos y Culturales". Esto entraña la actitud de fraude hacia los nuevos aspirantes, que, por otra parte, no saben qué significa ese neologismo inventado de "geofilosófica".
En una entrevista al citado presidente, se dice y se admite sin réplicas que "hemos encontrado personas (de AGEAC) que para obtener algo pasan sobre las leyes humanas justificando que es por la Gran Causa, por la Humanidad, y que como son misioneros de cualquier manera el Maestro les protege. Para estas personas el fin justifica los medios."
El talante de falsedad se ve en una anécdota situada en Québec y transcrita en un librito de la secta, donde dice el presidente textualmente: "en aquellos días yo militaba dentro de una institución que se llamaba AGEACAC, y AGEACAC logró filtrar en la reunión con los periodistas a un misionero que se hizo una credencial falsa de periodista." Aclaramos que AGEACAC es la secta gnóstica de donde salió AGEAC.
Cuando la esposa anterior de Uzcátegui cayó en prevaricación y uso indebido de fondos de una obra humanitaria, él mismo se puso a defenderla negando los hechos.
Algunos misioneros deberían ser investigados por la Seguridad Social del Estado, ya que han conseguido beneficios por medios muy dudosos, fraudulentos.
En el orden interno, es una flagrante tergiversación llamar "violación" a unas relaciones voluntarias y consentidas entre un misionero y una misionera de la secta. De la tergiversación surge después una calumnia hacia uno de los misioneros.
Cuenta también el presidente de la secta AGEAC: "hubo muchos escándalos en la Gnosis debido a que muchos misioneros que se decían médicos gnósticos abusaron de muchas personas, de muchas doncellas, y eso espantó a mucha gente que luego abandonó la Gnosis."
Otro punto interesante es la actitud de creer que AGEAC es la única institución que monopoliza con su doctrina y con sus prácticas la espiritualidad en este mundo, al que los gnósticos consideran ya malo, decadente, peligroso.
A la sombra de la secta se han detectado casos de maltratos psíquicos entre los socios misioneros tanto en sentido vertical jerárquico como en sentido horizontal de colaboradores en diferentes escalafones. Jefes odiosos, compañeros envidiosos y gente inepta utilizan las relaciones de la secta para solventar sus dificultades y conflictos personales. Utilizan el acoso, el maltrato psíquico con maniobras sutiles y difíciles de desenmascarar. Reprochan el carácter y el trabajo de sus víctimas, intentan aislarlas y siempre justifican sus reproches con la doctrina psicológica de la secta ("la muerte del ego"). Tienen prisa por informar de todo a los superiores. Los malos tratos se encubren con gran dosis de hipocresía, de cinismo, y con la disculpa de su doctrina espiritual. La víctima acosada es conducida a dudar de sí misma hasta anular sus defensas. Dice el presidente textualmente: "con nuestros hechos lo único que demostramos es caciquismo y dogmatismo", "todos nosotros somos verdugos de los demás, unos tiranos, unos déspotas". Así ha hecho al degradar de manera infame de escalafón a diversos socios misioneros: hacerles volver a aprender las primeras lecciones de la secta.
Hay también casos de maltratos físicos, incluso dentro de matrimonios gnósticos. "Un misionero que persigue a su mujer para obligarla a hacer la alquimia, y le pone la mano en el cuello hasta casi ahorcarla para hacer la alquimia... Eso ha ocurrido en AGEAC." Tanto los misioneros como los miembros destacados de la secta AGEAC no sólo persiguen el poder sobre la vida del otro sino la utilización del otro como si fuese un objeto o una marioneta.
Dentro de la secta AGEAC se dan casos de individuos que, apremiados por los directivos mencionados anteriormente, han llegado a extrema extenuación física, a enfermedad y al borde del suicidio por la presión de sus exigencias, por ejemplo por la causa de preparar con urgencia las publicaciones de la secta. Además, estas víctimas de AGEAC, deterioradas físicamente y con falta de sueño, tenían que trasladar las publicaciones en camiones por unas carreteras de montaña de Bolivia y Brasil en condiciones inseguras.
En ocasiones, se urge a los estudiantes y a los misioneros de la secta a comprar los libros recién publicados del presidente de la secta o de su esposa, la canadiense Lynn Hachey. Con imágenes pictóricas de libros y enciclopedias de arte, se ilustran las publicaciones de la secta; así se justifica su elevado precio y se sacan grandes beneficios económicos. Cuando Uzcátegui Quintero publicó un libro de interpretación alquímica, "Lambsprinck develado", en su momento fue denunciado por plagiar el libro de otra persona.
El mismo encargado de realizar este servicio de editar y trasladar los libros por Bolivia y Brasil, el rumano Vasile Plesa, ha sido testigo de que hay misioneros de AGEAC que se comportan como personas dañinas para otros y que tratan de subir en el escalafón de la secta, pero él, como muchos otros, se desentienden de los abusos entre compañeros y entre jefes y subordinados.
En la secta AGEAC se llega a sobornar, comprar la voluntad de los socios misioneros con pocos recursos, y así, dándoles una paga mensual, quedan dependientes y obligados con la secta gnóstica, "con la institución que le apoya y le ampara". El hecho de comprar a una persona y, además, de controlar sus actividades, sobre todo cuando la remuneración se reduce a lo imprescindible, roza lo que es la esclavitud.
En los casos de trabajos forzados y de esclavitud sectaria, el ejercicio de los atributos de propiedad, según los estudios de Derecho, se realiza con unos parámetros tales como el control, la privación de libertad, la explotación y los medios violentos.
Los medios violentos del presidente de la secta AGEAC son, ante todo, psíquicos, al dejar a sus seguidores en estado de confusión, miedo, incertidumbre, cada vez que aplica su disciplina de expulsión de algún miembro. Es bastante común el colofón de muchas misivas del citado presidente: "¡A la batalla!", repetido tres veces. Realmente, la "sugestión mental" es una forma de dominación dentro de las sectas en general y de AGEAC en particular. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los Estados europeos no deben permitir ni la esclavitud ni el trabajo forzado ni la 'carga excesiva de trabajo' (por coacción física o mental) en el ámbito comunitario, sino que están obligados a perseguir y reprimir estos comportamientos de dominación, especialmente en las sectas.
Se añade la circunstancia de que el presidente de la secta gnóstica AGEAC ha encontrado una "cantera" de voluntarios de origen rumano que, a través de Lucian Pripon, "triunviro" de la secta en Rumanía, en Cluj-Napoca, han nutrido las filas de socios misioneros para difundir la Gnosis por diferentes países del mundo entero. A menudo, estas prácticas se basan en una forma de esclavismo o en la trata de seres humanos. El secretario de la secta AGEAC, Miguel Ángel Enríquez, llega paradójicamente a decir: "sabemos (...) que la mayoría de los misioneros tienen siempre problemas económicos (...) Pero es bueno saber que además del sacrificio humano y espiritual que hacéis, en este caso el material también es importante para que la Institución pueda hacer muchas cosas..." Por este motivo, mandan e insisten en recordar las cuentas bancarias de la secta y de sus departamentos.
Mientras tanto, Óscar Uzcátegui Quintero vive en un lujoso piso de Gerona, viste buenos trajes, utiliza perfumes caros, pide el mejor café, el vino y el plato más caros, se da buenos viajes de recreo, regala en público a su esposa Lynn Hachey joyas de gran valor, pero ningún miembro, salvo de la Junta Directiva, sabe exactamente dónde vive el tal presidente. En la Casa del Peregrino junto al templo egipcio de Brasil, también dispone de habitaciones más cómodas y lujosas para él y los directivos. No son como las habitaciones del resto de los peregrinos.
El presidente atrae cerca de él a gente rica y adinerada de la secta, como Vipul Arora y otros adinerados de la India, de Brasil o de otros países, para que lo acompañen y de paso le paguen sus costosos viajes o estancias.
Algunos miembros han donado pisos recién comprados, herencias completas y otros han pedido préstamos bancarios para hacer donaciones a AGEAC y han estado años devolviendo los préstamos al banco. En efecto, los grupos sectarios como AGEAC siempre utilizan la manipulación mental con finalidades económicas, la explotación de sus adeptos en beneficio de unos pocos visionarios que se hacen llamar "maestros". A quien no colabora como ellos esperan le llaman "materialista", "comerciante", pero en el fondo de la descalificación se esconde la codicia de la secta AGEAC.
Para el presidente de AGEAC es normal culpar y calumniar a diversos socios misioneros con las informaciones no contrastadas de cualquier envidioso de la secta. El envidioso tiene más razón porque dona más dinero, se muestra rastrero, hipócritamente servicial, a costa del bien de otros de la secta.
Con el secreto prometido de sus Cámaras mantienen y aseguran el secreto de sus coacciones, prohibiciones, incluso vejaciones de palabra.
Se coacciona a los miembros para que no salgan del grupo, porque, si lo hacen, pierden la conexión, la fuerza, la ayuda espiritual. Los miembros tratan y se relacionan con miedo y aprensión a los que han salido de la secta.
Por orden del presidente, los misioneros de AGEAC tienen que desplazarse de un país a otro. Los hijos de los matrimonios gnósticos con frecuencia se ven en estos traslados o se ven privados de sus padres que emigran y así los niños sufren las consecuencias. Además, a causa de esta "trata de seres humanos" con fines de difusión de un mensaje espiritual, los mismos misioneros están expuestos a situaciones de vulnerabilidad, de inseguridad, sin saber qué estatuto tienen en el nuevo país a nivel jurídico, laboral, sanitario, etc. Dependen de la secta gnóstica, a la que tienen que rendir informes de actividad, cambio de residencia, teléfono, etc.
La insistencia en preguntar sobre los sueños y sobre detalles de la vida familiar y privada de los aspirantes y de los miembros de AGEAC, la utilización de los poderes psíquicos de los líderes de AGEAC para manipular las mentes, la petición de los correos electrónicos de personas cercanas a cada socio de AGEAC para mandarles información de la secta son hechos concretos que atacan frontalmente el respeto a la vida privada y familiar y la protección de datos de carácter personal.
El presidente de la secta gnóstica responde a unas preguntas diciendo textualmente: "Nosotros como misioneros o como misioneras no somos consultores sentimentales, y es muy delicado empujar a las personas a formar parejas"; "decretar a alguien, decirle a alguien ésa no es tu pareja, sepárate de esa mujer, consíguete otra mujer, ésas son cosas delicadas"; "si nosotros provocamos amarguras en nuestro prójimo, esas amarguras las vamos a sufrir nosotros".
En contradicción con esas afirmaciones, el presidente de la secta gnóstica AGEAC, el venezolano Uzcátegui Quintero, ha ejercido durante años de consultor sentimental y matrimonial de muchas parejas de la secta. Pero lo más grave es que ha pasado el dicho presidente al abuso descarado cuando prohibe o aconseja (más bien, ordena) que tales miembros de AGEAC, incluso de la Junta Directiva, se separen de sus esposas o de sus esposos para casarse con esa otra o con ese otro o que tal padre no pueda ver a su hijo, nacido de otra mujer de la secta.
Jaime Maset, de la Junta Directiva, no sólo ha tenido que soportar los desahogos de ira de Óscar Uzcátegui y, después, se ha tenido que tomar tranquilizantes para aliviar el estado de "estrés" en que el presidente le ha dejado. Al mismo Jaime Maset le aconsejó el presidente que dejara a la esposa que ya tenía para desposarse con otra. Se ve palmariamente la distancia entre lo que predica y lo que hace el presidente de AGEAC.
Es un grado de intrusismo que atenta contra derechos fundamentales de los seres humanos y que, sin embargo, queda hipócritamente enmascarado de cara a los adeptos de AGEAC. ¿Acaso un niño no puede ver a su padre porque lo dice un presidente sectario?
Es, por otra parte, sabido entre los miembros de AGEAC que cualquier encuentro en general, y sus Congresos en particular, se convierten en ambientes enrarecidos de seducción, casi de prostíbulo elegante, y en oportunidades para tener el correspondiente cónyuge para las prácticas alquímicas. Es cierto que en público, ante un amplio auditorio, el citado presidente ha recomendado utilizar sustancias afrodisíacas para despertar el apetito erótico.
El presidente de AGEAC se constituye en la autoridad intelectual, en el referente de la ortodoxia, aunque pronuncie graves errores históricos, lingüísticos o científicos. Sus entrevistas y sus conferencias se divulgan a través de departamentos de propaganda, difusión y contraataque como VOPUS, radio Koradi, lagnosisdevelada.org, radiotelevisión SAHU. A veces son sólo para socios misioneros y otras veces para el público en general. Al mismo tiempo, repite la necesidad de "actualizarse en la doctrina constantemente".
No deja de ser petulante la necesidad de las sectas de obtener prestigio y notoriedad institucional. En el caso de AGEAC, esto quedó demostrado en su Congreso de la India, al que acudió el primer ministro del Dalai Lama a dar una conferencia inaugural, y en su Congreso de Brasil, al que dio lustre la teóloga Margaret Starbird con una ponencia. Pero después, a espaldas de los monjes budistas tibetanos, decía el presidente de AGEAC con algo de superioridad que la Gnosis es mejor que lo que estudian y practican esos pobres tibetanos. "La Gnosis no es una doctrina más, no es una iglesia de las ya conocidas o fracasadas."
Cuando el papa Francisco fue elegido por la curia vaticana, en seguida Uzcátegui emitió un documento en contra del papa y de la Iglesia de Roma. Pero, si se aplicara con rigor el derecho canónico a la iglesia que pretende AGEAC, se detectarían graves anomalías en su seno.
El mismo presidente declara que los gnósticos en sus prácticas no deben pedir por la paz del mundo: "nosotros tenemos que salvar nuestra piel y la piel de nuestros hermanos, y pedir protección y fuerza para lo que nos interesa, que es nuestra vida espiritual"; "nosotros lo que tenemos que hacer es salirnos de esa muchedumbre". He aquí el talante despectivo y discriminatorio de la secta gnóstica, que tampoco admite en sus estudios a homosexuales ni a sionistas ni a espiritistas ni a miembros de otras sectas. Talante despectivo que ha repetido con miembros de la secta AGEAC que han donado miles de euros a la causa gnóstica, pero a los que Óscar Uzcátegui ha negado el saludo y se ha alejado de ellos.
Con el fin de dar una apariencia de seriedad, de formalismo científico y académico a la secta gnóstica AGEAC de cara a la sociedad cuidan el aspecto de su página web oficial, al mismo tiempo que toman medidas disciplinarias, uniformizan literalmente en vestido, comportamiento, lenguaje y pensamiento a sus seguidores, y los someten a este fin a la fuerza. Los miembros de AGEAC llegan a utilizar su lenguaje doctrinal como una "jerga" llena de frases hechas y dogmáticas que impiden tener una lengua propia, un pensamiento crítico propio.
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http://lagnosisdevelada.com/noticias-e-informaciones-sobre-gnosis/el-ayuntamiento-de-girona-espana-anula-un-acto-de-la-ageac-t18.html
http://kwenkhan.blogspot.com.es/2013/03/kwen-khan-plagiado-espanhol.html
http://www.oocities.org/elause/gnosis3.htm
http://zarauste.blogspot.com.es/2016/04/la-trata-de-personas-en-las-sectas.html
Extractos del Comunicado urgente fechado en Gerona el 22 de noviembre de 2002 firmado por Óscar Uzcátegui Quintero
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"Considerando la gravedad de muchos acontecimientos que han estado ocurriendo y que amenazan la integridad de AGEAC como institución (...)
Considerando que recientemente ha vuelto a saltar a la palestra pública, en México, el caso espeluznante protagonizado por un supuesto difusor de la Gnosis que, después de torturar a su propio hijo, le dio muerte y lo depositó en un contenedor de basura; todo lo cual ha provocado diversas especulaciones en el ambiente social mexicano con respecto a lo que es la Gnosis
Considerando que igualmente en otro país a causa de las reacciones de un ex cónyuge de una difusora gnóstica se abrió un expediente policial contra nuestra institución; y existe el riesgo de que AGEAC vuelva a ser llamada a cuentas
Considerando que recientemente la madre de una difusora, en España, ha presentado una denuncia contra nuestra institución ya que, según ella, su hija es explotada por nosotros a distintos niveles (...)
Considerando que en caso de ser llamados a rendir cuentas ante un tribunal deberemos responsabilizarnos de todas nuestras asociaciones y de las actividades que allí se desarrollan
Resolvemos dar de baja inmediatamente a todos aquellos difusores que, a partir del primer trimestre del año 2003, no envíen su correspondiente informe trimestral de actividades (...) No hacernos responsables ante las autoridades públicas, de cualquier país, de este tipo de difusores (...)
Extracto de la Notificación fechada en Gerona, 19 de noviembre de 2002, firmada por Óscar Uzcátegui Quintero
ResponderEliminar"Queridísimos hermanos misioneros (...),
Desde esta Oficina de Coordinación Internacional os enviamos un caluroso saludo esperando que aún persistan en vuestros corazones las maravillosas vibraciones de nuestro reciente Encuentro Misional Europeo.
La presente es para comunicaros que el Sr. Antonio Carranza Fortes está inhabilitado, a partir de la presente, para representar a nuestra institución en materia de difusión gnóstica y en todo tipo de actos públicos.
La resolución que hemos tomado tiene sus fundamentos en la conducta anárquica que ha venido asumiendo dicho señor, creando organismos paralelos a nuestra institución (...)
A todo esto se suma el hecho de que este señor no se comunica con esta Oficina de Coordinación Internacional (...)"
Sin embargo, AGEAC actualmente se multiplica con siglas y organizaciones paralelas, como Radio Maitreya, Gnosis Today, SAHU y otras denominaciones. Será porque "debemos movernos astutamente en las arenas movedizas del mundo científico de nuestros días, con el propósito de no restarle crédito a la divina enseñanza de la Gnosis" (como dice textualmente la Epístola fechada en Gerona, 7 de febrero de 1998, firmada por Óscar Uzcátegui)
En la misma Epístola escribe el mismo autor: "si hay falsedad de nuestra parte en la orientación que se da a la Gnosis en AGEAC, se vuelvan contra nosotros nuestras propias mentiras."
Así son las sectas.